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Tengo mucha fe…

Por 4 noviembre, 2013Sin comentarios

Tengo mucha fe

La Biblia no dice que la fe tenga un poder ejecutivo. Esta es la clase de fe que… profesan cuando dicen que si queremos ser curados, entonces debemos llevar a cabo la “oración de fe”, lo que significa que debemos orar con absoluta certeza y confianza y, entonces, seremos sanados. Ellos enseñan que si la fe tiene la calidad y fuerza adecuadas, entonces posee prácticamente poder ejecutivo para invocar el poder de Dios. Algunos de los que enseñan las doctrinas carismáticas van tan lejos como para decir a la gente que imagine o visualice la respuesta deseada, y que alabe y agradezca a Dios como si ya hubiese sido recibida.

Noción errónea de fe

Esta noción de la fe es errónea porque la verdadera fe reconoce que tan solo Dios es soberano, y sabe su voluntad sabia y propósito para cada uno de sus hijos. Cuando oramos por una bendición como la de ser curados, Dios responderá conforme a su sabiduría maravillosa y plan perfecto para nosotros, y tal vez no sea lo que esperamos. Sabemos que Dios está dispuesto a escuchar los ruegos de su pueblo porque así lo ha dicho Él; pero a menudo ocurre que nuestros deseos no van de acuerdo con su propósito soberano, y que Él tiene un camino mejor, por tanto no es correcto que el creyente desarrolle una certeza emocional artificial sobre el resultado de una situación como si pudiera dominar a Dios.

Fe bíblica genuina

La verdadera oración de fe equivale a lo siguiente: rogamos a Dios (pidiendo cosas legítimas) totalmente persuadidos de que si Dios elige que estas cosas ocurran entonces no tendrá ninguna dificultad en que así sea. La oración de fe cree que el Señor tiene todo el poder necesario y que está listo para escuchar los clamores de su pueblo. La oración de fe también acepta que prevalezca la sabiduría soberana y maravillosa de Dios. Una fe bíblica genuina es una certeza firme de que cualquier cosa que el Señor haga será perfecta, sin importar cómo resuelva la situación.

La fe glorifica a Dios

Dios ama la fe en su pueblo porque sirve para muchas cosas. La fe glorifica a Dios, pues enfoca nuestras mentes en su poder y también aprecia a Dios, ya que mantiene fijos nuestros ojos en su amabilidad, bondad y promesas. La fe expresa dependencia, admiración y una aceptación humilde y sin reservas de la voluntad de Dios, de forma que hace que suprimamos el orgullo humano y que oremos constantemente por todas nuestras bendiciones. La fe es la convicción absoluta de que en todas las circunstancias necesitamos la sonrisa y bendición de Dios o fallaremos en todo objetivo espiritual. De esta manera la fe ve y comprende la realidad, puesto que cuando estamos llenos de fe vemos cuán pequeños, necesitados e insuficientes somos, y respetamos y sentimos nuestra necesidad del poder de Dios.

Cita tomada del nuevo libro de Peter Masters: Fe, dudas, pruebas, certeza

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