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Robert Murray M’Cheyne nació en Edimburgo en 1813 y era el menor de una familia de cinco. Su padre era un próspero abogado y un hombre de cierta posición social. A la edad de 14 años entró en el departamento de Artes de la Universidad de Edimburgo y quedó totalmente absorbido por las cosas del mundo. Su hermano mayor oró con fervor por él durante cuatro años y fue la muerte de ese hermano a una edad muy joven lo que el Señor usó para traer a M’Cheyne a la fe para salvación.
Poco después comenzó a estudiar Teología en Edimburgo. Después de graduarse, siguió formándose como ayudante de pastor y en 1836 se ordenó como ministro en St. Peter, Dundee. Esta era una iglesia nueva en un distrito tristemente desatendido. La primera impresión que describe acerca de su entorno es “una ciudad dada a la idolatría y a la dureza de corazón”.
Dos años de incesante trabajo duro afectaron su salud, y tuvo que tomarse un descanso. Durante este tiempo, se unió a un grupo de ministros que iban a visitar Palestina para hacer indagaciones personales acerca del estado de Israel con la idea de comenzar una obra misionera. El viaje y el clima parecieron hacerle bien a su salud. En 1839 su salud había mejorado y volvió al trabajo en St. Peter. El avivamiento que había comenzado allí durante su ausencia continuó y él se mantuvo en el ministerio otros tres años y medio. Pero esos años de trabajo duro pasaron factura y murió en 1843 a la edad de tan solo 29 años.
M’Cheyne fue predicador, pastor, poeta, y también escribió muchas cartas. También fue un hombre muy piadoso y un hombre de oración. Nunca se casó, pero estaba comprometido en el momento de su muerte. Su desconsolada prometida murió poco después.
M’Cheyne diseñó un sistema para leer la Biblia en un año. El plan conlleva leer el Nuevo Testamento y los Salmos dos veces al año y el Antiguo Testamento una vez. Es un método que se usa mucho aún en la actualidad.