CUANDO LA GENTE ES GRANDE Y DIOS ES PEQUEÑO.
Edward T. Welch.
Editorial Peregrino, 2014.
Reseña realizada por David Vergara
Vivimos en una época en la que casi todo se valora en función de la imagen; como ejemplo, los gobernantes son los primeros en dejarse guiar por asesores que controlan y analizan sus expresiones y actuaciones. Si somos sinceros, sabemos que vivimos en una sociedad que podemos denominar como una feria de vanidades. Es difícil distinguir lo auténtico de lo engañoso y superficial, y lo peor es cuando nos dejamos dominar por la opinión de aquellos a los que solo les preocupa lo externo, acabamos siendo productos artificiales con una máscara que no refleja el interior.
El miedo a no ser aceptados, a fracasar, al «qué dirán», va en aumento, y con ello la inseguridad personal, la falta de autoestima, la crisis de identidad y un auténtico pavor a las opiniones de los demás. Frente a esto, la Biblia nos instruye en el principio de la sabiduría, el temor del Yahvéh, y en este libro encontraremos claves que nos ayudarán a escoger el camino de Dios, libres del peso de la esclavitud por los clichés de un mundo vacío y corrupto que desprecia lo más importante, a su Creador y Juez, y sus principios.
Para entender el desarrollo de esta obra, hay dos partes, la primera sobre «Cómo y por qué tememos a los demás». La segunda parte versa sobre «Cómo vencer el temor a otros», donde se explica en qué consiste el temor del Señor y cómo crecer en él, examinando nuestras verdaderas necesidades para deleitarnos en Dios y así amar verdaderamente a nuestros semejantes.