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Döstädning

Por 2 febrero, 20232 Comentarios

Aprender nuevas palabras me encanta. Sea en mi lengua nativa o en la adoptada; incluso en otros idiomas como el sueco. Ayer mismo nuestra editora aquí en Editorial Peregrino, Raquel Farrugia, me habló del concepto que es el «döstädning».

Estuvimos hablando de mi reciente viaje relámpago a Inglaterra para hacer limpieza en la casa de mis padres ya que lo vamos a vender. Comenté que estaba pensando en desprenderme de cosas y trastos en mi propia casa para evitar que mi familia tuviese que hacerlo por mí cuando no estoy.

Cuántas veces mis hermanas y yo nos preguntamos «¿y qué hacemos con esto?» o «¿por qué guardaron tal cosa?» a lo largo de los diferentes fines de semana que hemos pasado en la antigua residencia paterna.

El döstädning trata de evitar este tipo de conversaciones, ya que uno pregunta a sí mismo: ¿Alguien será más feliz si conservo esto? ¿Alguien va a alegrarse tener este objeto después de morir yo? Trata de limpiar de la vida cosas que no tendrán valor después de la muerte.

Si lo pienso bien, y como cristiano, seguramente hay muchas cosas en mi vida, y no solo a objetos me refiero, que realmente abultan sin tener gran valor cuando la vida aquí acabe. Podría ser adquirir unos recuerdos por un viaje a la Antártida; o la experiencia de montar en un coche de carreras y dar unas vueltas en el circuito de Mónaco; una colección de sellos, o cualquier otro hobby.

No es que haya nada malo en estas cosas. Simplemente que quizás sería conveniente que yo pensara en las cosas que voy sumando a mi vida terrenal aquí, y me pregunte si realmente tendrán algún valor cuando yo ya no esté aquí, sino disfrutando de la vida en abundancia, la vida espiritual, la vida eterna.

Señor, ayúdame a no sobrevalorar las cosas que no aportan para la vida futura, y sí atesorar aquello que sirve para que ocupe aquel hogar celestial que tú estás preparando para mí.

2 Comentarios

  • Mateo Hill dice:

    Muchas gracias, hermano

  • Antonio dice:

    Gracias querido hermano Mateo por estas reflexiones? comentarios? en fin, como los quieras llamar y los compartes con nosotros ya que en muchas ocasiones son experiencias particulares con el ultimo toque de un cristiano con experiencia en el vivir diario con el Señor. Me gustan mucho y en años anteriores también los escribías de vez en cuando y tengo algunos guardados. Dios quiera que continúes enviándolos. El Señor te bendiga mucho igualmente a ese magnifico equipo que hay a tu alrededor.
    Un fraternal abrazo
    Antonio Sanchez (IEB) Iglesia Evangélica Bautista de S. S. Reyes Madrid

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