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Wayne Andersen – Hasta pronto, amigo

Por 1 junio, 20232 Comentarios

Ayer, miércoles día 31 de mayo, nos sorprendió a todos los que pertenecemos al mundo editorial evangélico en castellano la inesperada noticia del fallecimiento de Wayne Andersen, director de Publicaciones Faro de Gracia.

Impresor de carrera, Wayne llegó a México en 1993 con una imprenta cargada en su camioneta, y con la firme convicción de que Latinoamérica necesitaba literatura sana de tradición reformada. Así nació Faro de Gracia, y 30 años después es una de las principales editoriales de literatura reformada en castellano.

Yo conocí a Wayne por primera vez a través de un correo electrónico, en mis tiempos de becario en Peregrino. Siempre gentil, siempre buscando el bien de la literatura. Desde hace años los libros de Peregrino están en el catálogo de Faro de Gracia, y los libros de Faro en el de Peregrino. Wayne no veía a Peregrino como la competencia, sino como un compañero de armas en la lucha común.

Cuando más llegué a conocer a Wayne fue en nuestro viaje a Cuba en 2019, junto con el pastor Luis Cano. Por un problema de papeles, Luis y yo casi perdimos el avión en Miami. No habíamos visto a Wayne en el aeropuerto y los móviles no conectaban. Pero al subir al avión y escuchar el cierre de la puerta detrás de nosotros, ahí en primera fila estaba Wayne, y con una gran sonrisa nos dijo: «Ya sabía que llegabais». Un hombre tranquilo que iba a su aire.

Pasamos quince días juntos en Cuba, dando conferencias y predicando en distintas iglesias desde el extremo Este de la isla hasta La Habana. Compartimos púlpito, coche y mesa. Recuerdo una noche en especial, después de un largo día de predicar tres veces cada uno, sentarnos en una terraza de la segunda planta de un restaurante, mirando al Caribe mientras el sol se desvanecía. No había apenas elección de platos, pero no faltaron ni las risas ni la conversación.

Y, casi siempre, la conversación volvía al tema de cómo podíamos ayudar a los hermanos de Cuba, la Iglesia allí, él siempre convencido de que la mejor ayuda que podíamos dar era la literatura sana y reformada. En este viaje, tanto Faro de Gracia como Peregrino regalamos libros a los que asistieron a las conferencias. Y en este viaje se concretó el plan de un fondo de libros impresos en Cuba a precios cubanos (en muchos casos regalados) que ahora opera Peregrino junto con Faro de Gracia.

Así era Wayne Andersen, un hombre generoso. Cuando se enteró de que Peregrino patrocinaba la conferencia Pasión por el Evangelio, me dijo «¿Cómo puedo ayudar?»; y el resultado fue libros de Faro de Gracia para regalar a todos los asistentes.

Wayne Andersen era mi amigo. Era amigo de Cuba. Era amigo de la literatura reformada. Pero, por encima de todo, era amigo de Dios, y le sirvió hasta su último día. Doy gracias por el inmenso privilegio de haberle conocido, de haber compartido momentos tan entrañables con él; y anhelo aquel día cuando vuelva a verle, en aquella tierra donde nunca se pone el sol, en la mesa abundante que el Señor tendrá puesta para nosotros, y juntos alabaremos a nuestro Señor y Salvador.

2 Comentarios

  • Antonio dice:

    Gracias por el testimonio tan estupendo de este hermano, de su obra realizada y de su compromiso con el mundo de los libros, que bueno saber de estos hermanos fieles creyentes, siempre trabajando para el Señor, incansables y dispuestos.
    Ahora ya gozando y disfrutando en la presencia del Señor. Bendiciones.!!

    Un fraternal saludo

  • María Prado dice:

    Execelente labor y compromiso
    Ya está en la presencia misma de su amado Salvador y señor 🙏 damos gracias a Dios por su encomiable vida

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