Todo lo que un niño debería saber sobre Dios

Todo lo que un niño debería saber sobre Dios

[custom_button text=»Ver el libro en tienda» title=»Ver sus libros en tienda» url=»https://editorialperegrino.com/blog/tienda/1490-todo-lo-que-un-nino-deberia-saber-sobre-dios.html» align=»right» target=»_blank»]

Estoy encantada de compartir con vosotros que el libro Todo lo que un niño debería saber sobre Dios, escrito por Kenneth Taylor e ilustrado por Jenny Brake, está ahora disponible en español. Traducirlo, gracias a una colaboración de la editorial británica 10ofthose y Editorial Peregrino, ha sido un enorme privilegio, un sueño a nivel profesional, porque estoy convencida de que puede resultar muy útil para las familias y las iglesias a la hora de hablar a los niños de nuestro maravilloso Dios. Pero esta recomendación va más allá del plano profesional, lo recomiendo de todo corazón como madre. Hace más de un año que lo tenemos en casa (en inglés). Empezamos a leérselo a mi hija mayor cuando tenía tres años y, ahora que tiene cinco, vamos por la tercera vuelta para ella y la primera para su hermana pequeña, de tres. El libro ha sido y sigue siendo una auténtica bendición para nosotros. Es una manera maravillosa de enseñar teología a nuestras hijas. ¡Sí, teología! Porque este libro es toda una teología sistemática para niños pequeños. A través de un contenido cuidado, preciosas ilustraciones y una edición de gran calidad, hace comprensibles verdades muy profundas en lenguaje claro y breve.

No sustituye a un libro de historias bíblicas, sino que lo complementa con sus explicaciones de las principales doctrinas de la Biblia (si quieres un buen libro de historias bíblicas para niños, recomiendo la Biblia para niños. Historias de Jesús: Cada historia susurra su nombre, escrita por Sally Lloyd-Jones  e ilustrada por Jago).

Todo lo que un niño debería saber sobre Dios consta de 83 lecciones distribuidas en 10 partes temáticas. Con gran sencillez, adentra a los niños en grandes temas como la Biblia (qué es, por qué es importante leerla, quién la escribió…), quién es Dios (sus atributos y carácter), lo que Dios ha hecho (la creación del mundo, los ángeles, las personas… y cómo Dios cuida de su creación), el problema del pecado (la caída, el pecado en nuestro corazón y sus consecuencias), Jesús (quién es, su eternidad con el Padre, su venida al mundo, su vida, su muerte por nosotros, su resurrección, su ascensión, la promesa de su segunda venida…), la salvación (nuestra necesidad de salvación, Jesús como salvador, cómo podemos ser salvos, qué implica la salvación…), el Espíritu Santo (quién es, su obra entre los primeros discípulos de Jesús, su obra en nuestras vidas…), la iglesia (qué es, para qué nos reunimos), la vida cristiana (lo que significa seguir a Jesús) y la segunda venida del Señor. ¡Parece increíble que temas tan complicados y profundos puedan tratarse de una manera tan fácil y accesible como lo hace Kenneth Taylor en este libro!

Al final de cada lección hay una pregunta que a los niños les encanta responder. También, el formato del libro y sus ilustraciones dan pie a que surjan en la familia conversaciones acerca de Dios al leerlo juntos. Es precioso ver cómo los pequeños avanzan en el conocimiento y amor de Dios y sus cosas, y no podemos darles legado alguno que sea más valioso que esto. No esperes a que tus hijos sean más grandes para hablarles de Dios, empieza cuando son muy pequeños y deja que te sorprenda su gran receptividad espiritual. Adapta el lenguaje, pero no diluyas el contenido por miedo a que no lo comprendan. Como dice Ted Tripp (autor de Cómo pastorear el corazón de su hijo): “Da a tus hijos grandes verdades en las que puedan crecer en lugar de explicaciones superficiales que se les queden pequeñas cuando crezcan”.

Os animo a padres y profesores a utilizar (¡y disfrutar!) buenos recursos como este que tenemos a nuestro alcance en la gran tarea que nos encomienda el Señor: «Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes». Deuteronomio 6:6-7.

Raquel Farrugia