Pueblos todos, alabadle
Uno de los grandes temas pendientes de la iglesia en España es el de las misiones. A una iglesia que durante tanto tiempo ha dependido del trabajo misionero le está costando ahora tener visión más allá de sus fronteras. De dejar de recibir y empezar a dar.
Conferencia pastoral sobre las misiones
A raíz de esta idea, la Asociación Ministerial Reformada de España (AMRE) tomó las misiones como tema para su conferencia pastoral anual. Los días 19 y 20 de enero, más de cuarenta personas reunidas de diferentes puntos de España disfrutaron de las tres exposiciones en el local de la iglesia que se reúne en la calle Santa Teresa en Ciudad Real.
El conferenciante en esta ocasión fue el inglés Andrés Dudgeon, anteriormente misionero durante 12 años en Bolivia y actualmente director de la misión británica AsiaLink. En la primera conferencia, nos llevó al Salmo 117, para poner las bases de la obra misionera: que Dios sea alabado entre todos los pueblos a causa de la salvación que él da. Se hizo hincapié en que la palabra «pueblo» o «nación» no se refiere a naciones políticas sino a grupos y etnias. Por eso, todavía hoy, dos mil años después de la cruz de Cristo, sigue habiendo pueblos no alcanzados en nuestro mundo. Una definición de un pueblo no alcanzado entre los misiólogos es aquel donde menos del 2% de la población no es convertida. (¡Según esta definición, España es un país no alcanzado!).
El mundo está cambiando en cuanto a las misiones
En las otras dos conferencias, se comentó que el mundo ha cambiado mucho desde el principio del siglo veinte. Lejos de ser un anglosajón, la persona más representativa del mundo ahora mismo es un hombre chino de 28 años. En el campo de las misiones también ha habido cambios. En el año 1900 los diez países que enviaron más misioneros fueron Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Suecia, Australia, Holanda, Canadá, Noruega, Sudáfrica y Finlandia. En el 2000 solo se mantiene Estados Unidos en esta lista, todavía en cabeza, seguido por China, India, Nigeria, Etiopía, Brasil, Uganda, Filipinas, Kenia y Congo. Han desaparecido por completo los países europeos, siendo sustituidos por países que tradicionalmente eran países que recibían misioneros.
Siempre habrá necesidad de misioneros
Sigue habiendo misioneros porque sigue habiendo necesidad. Hay lugares, pueblos, etnias, donde la gente puede nacer, vivir y morir sin escuchar el evangelio. Como cristianos, ¿qué podemos hacer? Primero, ser agradecidos por lo que Dios está haciendo en otros lugares, darle la gloria porque está siendo alabado entre las naciones. Luego, podemos ser un ejemplo: muchos creyentes sufren persecución por seguir a Cristo y tenemos que mostrarles que la fe también se mantiene y puede ser fuerte fuera de la línea de fuego. Por supuesto, tenemos que orar por el mundo, por la obra misionera, por las iglesias en países difíciles (¿conoces el libro Operación Mundo?). Y debemos ser prácticos: el apoyo económico, visitas a ver la obra y salir como misioneros.
Relaciones de Peregrino con otras partes del mundo
Desde hace tiempo, Peregrino ha querido mantener una perspectiva sana de la obra misionera. Tenemos buena relación con una librería en el norte de África; durante el 2015 editamos el libro ¿Cuál es la misión de la iglesia?; y el lunes que viene viajo a Cuba para ver en qué manera podemos ayudar a la iglesia necesitada allí. Solo el 8,8% de la población son evangélicos, mayormente sin recursos, y el 14% de la población no está alcanzada. Queremos investigar la posibilidad de imprimir y distribuir nuestros libros allí. A la vuelta, os contaré algo de lo que hayamos visto. Mientras tanto, podéis orar: por mí, por el viaje, por el mundo, y para que Dios sea alabado entre todos los pueblos.
Mateo Hill
director@editorialperegrino.com