“No temas… porque contigo estoy”
Cada lunes a primera hora nos reunimos como equipo para comentar un poco el fin de semana y preparar la semana siguiente. Comentamos ideas y proponemos sugerencias que pueden hacer que el equipo funcione mejor y seguir avanzando en el ministerio de Editorial Peregrino. Y, cómo no, la parte más importante de la reunión, es el contenido espiritual. Leemos la Palabra de Dios y oramos juntos, porque más que un negocio, Peregrino, es un ministerio. No existimos para ganar dinero y hacernos ricos (¡menos mal!), sino para servir a las iglesias y ministrar a los creyentes.
Devocional matutino
Para el tiempo devocional usamos el “Libro de cheques del Banco de la Fe” (por Charles Spurgeon), y esta mañana hemos leído y meditado en Jeremías 1:8: “No temas delante de ellos, porque contigo estoy yo para librarte, dice Jehová”. Estando en plena transición y con la crisis haciéndose notar, nos ha venido muy bien recordar que no hay que temer, porque Dios estará con nosotros.
Una mina inagotable
Pero realmente, leer este versículo hoy, me ha traído a la memoria otras cosas. Primero, lo importante que es leer la Palabra de Dios y dejar que nos hable. Este Libro de libros que tenemos, que es como una mina inagotable, un océano sin fondo y sin riberas, un río que nunca se seca, siempre disponible para apagar nuestra sed y suplir nuestras necesidades.
Olvidamos lo importante
En segundo lugar, la importancia de recordar. Todo creyente sabe que Dios está con él. Los que hemos tenido el privilegio de asistir a la escuela dominical de niño, hemos aprendido de memoria las palabras de Hebreos 13:5: “No te desampararé, ni te dejaré”. Pero hay un problema. No es que no lo sepamos, sino que muchas veces lo olvidamos. Hasta la verdad más básica se nos escapa. Por eso, el Señor tiene que ir recordándonos las mismas verdades que ya tenemos aprendidas, pero fuimos dejando por el camino.
La soberanía de Dios
En tercer lugar, me ha recordado de nuevo la soberanía de Dios, su providencia, haciendo que justo hoy, el 17 de marzo, toque este pasaje que viene como anillo al dedo. Hay cosas para preocuparse, muchas cosas a tener en cuenta, mucho que aprender sobre la marcha, y con todo esto en mente, hoy nos toca leer este pasaje. Es que el Señor es bueno, porque el día 16 no leemos el libro de Spurgeon, ni el 18, sino precisamente el 17, y allí nos espera este versículo. El Señor lo sabía cuando el Príncipe de Predicadores lo escribió hace casi 130 años, y hoy nos ha tocado leerlo.
¡Dios con nosotros!
Y claro está, si el Señor nos sigue hablando, nos recuerda una y otra vez lo olvidado, y lo dice justo en el momento adecuado, muestra de que de verdad ¡Él está con nosotros!
Mateo Hill administracion@editorialperegrino.com