¿Quién no conoce el nombre de Matthew Henry? Hijo de un pastor anglicano, nació en 1662 en Gales. Con 25 años es nombrado pastor de una congregación presbiteriana en Chester en el noroeste de Inglaterra. Tras 24 años en la ciudad, y haber fundado otra congregación presbiteriana, se traslada a Londres para pastorear allí, y muere a los dos años.
Si hay autores conocidos por sus muchos títulos, Henry es todo lo opuesto. Hablar de Matthew Henry es hablar de su Exposition of the Old and New Testaments; de hecho, el nombre del autor se usa como sinónimo de la obra.
C. H. Spurgeon recomendaba que «todo pastor debería leer a Matthew Henry completa y cuidadosamente al menos una vez». George Whitfield lo leyó cuatro veces a lo largo de su vida, la cuarta de rodillas. Muchos creyentes lo usan para su tiempo diario devocional.
Desde hace tiempo existen ediciones en español de lo que muchos consideran el mejor comentario de la Biblia. Pero ninguna de estas ediciones refleja con exactitud lo que escribió el puritano galés. Existen ediciones abreviadas que nos dan la esencia pero no la totalidad de sus palabras. Otra traducción fue hecha por alguien que no compartía la teología de Henry e iba suprimiendo, cambiando o añadiendo conforme a sus propias inclinaciones.
Total, al lector hispanoparlante le ha sido imposible acercarse al auténtico Matthew Henry si no habla el inglés. Hasta ahora. En enero del 2015 apareció el primer tomo de una nueva traducción de Matthew Henry, editado por Editorial Peregrino. Al jubilarse, el hasta aquel entonces director de Peregrino, Demetrio Cánovas, ha dedicado buena parte de su tiempo a un proyecto que llevaba años soñando: una versión íntegra y fiel del magnum opus de Matthew Henry. Ha reunido un equipo de traductores, todos voluntarios, que poco a poco van entregando sus trabajos. Hasta la fecha están disponibles los tomos de Génesis, Daniel y Oseas, y el próximo tomo, Joel, Amós y Abdías aparecerá dentro de muy poco. Puede ver los comentarios bíblicos de Matthew Henry disponibles aquí.
Dice el refrán que las cosas de palacio van despacio. Y así es en el palacio de este proyecto. Calcula tú cuánto tiempo tardarán en terminar toda la Biblia siguiendo a este ritmo. Entonces, pedimos oración por el proyecto y por todos los que están comprometidos con ello. Es un trabajo arduo y difícil, pero creemos que de mucho valor. Y si te animas a prestar tus dones y tiempo para echar una mano, ponte en contacto con nosotros.
Ah, y no olvides que ya puedes conseguir algunos tomos en libro electrónico a un precio muy atractivo.
Hasta pronto.
Mateo Hill
director@editorialperegrino.com