William Guthrie (1620-1655) nació en Pitforthy, Escocia. Estudió en la Universidad de St. Andrews, y después se preparó para el pastorado con el famoso predicador, teólogo y escritor Samuel Rutherford. De hecho, a Guthrie se le considera uno de los primeros frutos de la obra de Rutherford. Se ordenó como pastor en la recién levantada parroquia de Fenwick en 1644, y permaneció allí hasta su muerte, veintiún años después.
Durante esos años recibió muchas invitaciones para pastorear numerosas iglesias en distintos puntos del país, muchas de ellas más grandes que la suya, pero él prefirió quedarse donde el Señor le había puesto primero y donde sentía gran amor de parte de su congregación.
Se conserva poco de un ministerio tan largo y valorado: unos cuantos sermones que fueron publicados tras su muerte y un libro que se ha reimpreso en incontables ocasiones y traducido a muchos idiomas: Partícipes de Cristo. El gran teólogo John Owen valoraba enormemente este libro, del que dijo: “yo he escrito varios libros, pero en este hay más de Dios que en todos los míos juntos”. Hoy en día sigue siendo una fuente de consuelo y ánimo para el pueblo de Dios, y debería formar parte de toda biblioteca cristiana.
Guthrie vivió en tiempos muy revueltos y muchos de sus compañeros de ministerio sufrieron persecución e incluso martirio. Él murió de forma natural con tan solo treinta y cinco años, dejando mujer y dos hijas; y un libro maravilloso.