En el Ministerio de Justicia
El lunes 24 de noviembre tuve que presentarme en el Ministerio de Justicia en Madrid. A las 18 horas me presenté en la calle San Bernardo número 45 donde me recibió un teniente de la Guardia Civil, con su tricornio y todo. Le comenté el motivo de mi visita y me mandó a la puerta trasera, ¡cosa que confirma que para los protestantes en España algunas cosas no han cambiado para nada!
Presentamos un libro
No es que me haya metido en líos, o que estén a punto de echarme del país, sino que en las dependencias del Ministerio de Justicia se celebró la presentación de un libro. Además, un libro que Peregrino va a distribuir, por eso fui yo convocado. El libro se llama Diálogo entre un musulmán y un cristiano, y ha sido editado por nuestros hermanos de Libros Desafío. La versión española del libro lleva un prólogo por Mariano Blazquez, de FEREDE, y otro de su homólogo islámico, Riay Tatary.
Un libro útil
Cuando me llegó una copia del libro par ver si lo queríamos distribuir, me costó. Me costó bastante. ¿Qué tiene que ver un libro ecuménico con Peregrino? ¿Si vamos por allí, lo próximo serían libros del Papa? Examiné el libro varias veces, antes de que me empezara a convencer, antes de que me pareciera un libro útil, un libro que merecía estar en el catálogo de Peregrino.
Diálogos reales
Es un libro escrito hace 34 años por dos grandes amigos, uno musulmán y el otro cristiano. Por los años setenta, Badru Kateregga, musulmán sunita, y David Shenk, protestante menonita, se encontraron enseñando Religiones Comparadas en la Universidad de Kenyatta en Nairobi, Kenia. No solo compañeros, sino grandes amigos, este libro es el fruto de sus diálogos, tanto entre ellos como con sus alumnos.
Respeto, amor y amistad
Realmente es la gran amistad entre sus autores lo que da su valor a este libro. Es un libro que demuestra respeto, amor, amistad; un libro desenfadado, que no busca ganar puntos y argumentos. Da la impresión de dos amigos que se sienten al lado de la lumbre, cada uno en su butaca y empiezan a hablar. Hablar cada uno de su fe, de las cosas en común, y de las diferencias; de forma relajada y con una sonrisa en la cara. No están de acuerdo, pero saben llevarlo. Los ingleses hablan de «acordar estar en desacuerdo» y este libro es todo un ejemplo de esta idea.
Respuestas amigables
Es este toque desenfadado lo que nos permite aprovechar al máximo el libro. Es cierto que para algunos el autor protestante cede demasiado. Pero eso no quita la gran utilidad de poder leer una presentación de la fe musulmana y las respuestas siempre amigables, matizando con el «sí, pero lo que creemos los cristianos es…».
Aprendiendo a dialogar
En fin, si quieres un libro que te confirme que todos los musulmanes son extremistas este no es tu libro. Tampoco si buscas un retrato de los musulmanes que muestre dos cuernos y un rabo. Pero si quieres acercarte con amor y humildad a tu vecino musulmán; si deseas aprender a dialogar sin discutir; si prefieres ganar un amigo que un argumento, este es un libro que te puede ser muy útil.
PD Un reportaje de la presentación se encuentra AQUÍ
Mateo Hill mateo@editorialperegrino.com