Dios no ha terminado conmigo todavía
Todos hemos visto las imágenes impactantes de la destrucción en Filipinas tras el paso de la tormenta Haiyan por aquella nación isleña. Miles han perdido sus vidas, casas y negocios. Una de las tormentas más poderosas de la historia, dicen, ha dejado escenas que, por mucho que salgan en nuestros televisores, no dejan de impactar.
Movilización por Filipinas
Durante mis viajes y visitas en los últimos quince días aquí en Inglaterra, todas las iglesias han estado orando y muchos organizando cómo van a enviar sus ofrendas a diferentes grupos y agencias. El jueves pasado estuve en una iglesia que tiene un miembro sirviendo en Filipinas como misionero. Las cosas que él les contaba por correo electrónico, incluso con un vídeo, eran impresionantes. El hombre, Matt Gamston, había viajado a la zona más afectada para ver las iglesias y a sus pastores. Durante su viaje de dos horas a 70 km/h, no vio ninguna casa en pie. Visitó una iglesia conocida, donde de las ciento sesenta y nuevo familias de la iglesia, ciento sesenta y ocho había visto su casa destruida o seriamente dañada. Según él, había dos millones y medio de personas sin comida, y decía que si les diera un euro para comer hoy, le costaría dos millones y medio de euros. Pero mañana necesitan comer de nuevo, y pasado mañana.
Un libro cristiano
Me contó el padre de Matt que habían estado muy pendientes de las noticias televisivas desde el día de la tormenta, y que en un informe, las cámaras de la televisión mostraron a una mujer joven sentada en lo que había sido su casa, rodeada del caos, y estaba leyendo un libro. Al acercarse el reportero a la mujer, se pudo ver con claridad que el libro era un libro cristiano cuyo título traducido al español sería “Debo tener paciencia, Dios no ha terminado aún conmigo”, por el autor Roger Ellsworth. Es realmente impactante que una persona que ha perdido literalmente todo tome tiempo para leer un libro cristiano en tiempos de sufrimiento. No sabemos si la mujer era creyente, pero podemos creer que si Dios le ha permitido sobrevivir a tal catástrofe, será que tiene planes para aquella joven.
La importancia de la literatura cristiana
Lo que me llamó la atención fue la presencia de aquel libro en aquella situación. No sabemos si era un libro que estaba allí antes de pasar el huracán y que luego fue hallado entre los escombros, o si era que alguien expresamente lo había regalado a la mujer después. Pero allí estaba, cumpliendo con su función como libro. Disponible para que alguien lo leyera, y haciendo bien. Alguien se había esforzado para que este libro estuviera allí. Quizá el libro llevara tiempo allí esperando aquel día. Y llegó el momento cuando aquella joven lo encontró, lo acogió, le quitó el polvo y empezó a leerlo. ¡Cuán importante es que haya libros! ¡Cuánto bien pueden hacer durante su vida! Lo digo no solo para defender el trabajo de Editorial Peregrino y otros que se dedican a editar buenos libros cristianos, sino más bien, querido lector, para animarte a apreciar el valor de un libro. Claro que te puede hacer bien. Pero también puede hacer mucho bien en la vida de otras personas.
El mejor regalo
Además de hablar de Filipinas, los medios de comunicación aquí en Inglaterra hablan mucho de la Navidad. Es como si se celebrara la semana que viene. Pero pensando en la Navidad y la oportunidad que nos da de hacer regalos a nuestros amigos y seres queridos, qué mejor que regalarles un libro. ¡Nunca se sabe cómo Dios lo puede usar!
Mateo Hill administracion@editorialperegrino.com