Por primera vez en mi vida empiezo a escribir un blog con las palabras «escribo desde América». El sábado pasado cogí el avión en Madrid para viajar a la «tierra de los libres». Nueve horas después llegamos a Atlanta y tras una espera de tres horas y otro vuelo de sesenta minutos, llegamos a la ciudad de Louisville.
La razón de mi visita es asistir a la conferencia Together for the Gospel (Juntos por el evangelio) y poder hacer contactos para avanzar la obra de Peregrino, tanto en España como en todo el mundo hispanoparlante. Esta conferencia empieza hoy, y seguramente la semana que viene la mencionaremos en este blog.
Pero ayer, lunes, se había organizado una preconferencia, Despierta, «un llamado a pastores y líderes latinoamericanos», con unos 500 pastores y líderes de todo el continente americano reunidos alrededor de la Palabra de Dios. Tuvimos el privilegio de escuchar a Al Mohler, Juan Sánchez, Miguel Núñez y John MacArthur, todos hombres comprometidos con las doctrinas de la Reforma. Con tres paneles de coloquio (con participación de dos autores de Peregrino, Sugel Michelén y Andrés Birch), fue un día muy completo.
Y eso sin añadir la exposición de diferentes entidades y librerías. Hablando de libros, ¡nunca me han regalado tantos libros en un solo día! Al final de cada sesión, había mesas en las puertas con libros gratis. (Y por lo que me dicen, esto sigue en la conferencia principal). ¡Estoy en la gloria!
Llegamos a casa anoche cansados. Por cierto, estoy con mi buen amigo Xavi Pérez Patiño; algunos se acordarán de él cuando trabajaba en Peregrino. Está en su tercer año de estudios teológicos en Jackson, Mississippi. Como decía, llegamos a casa agotados; menos mal que tenemos una mañana libre entre conferencia y conferencia. Aunque con el efecto del cambio de hora me despierto muy pronto, por eso tengo tiempo para escribir.
¿Impresiones hasta ahora? Muchas. Primero, pequeñez. Peregrino es casi «un Don Nadie» comparado con las casas editoriales grandes, que tienen sus departamentos españoles. Tenemos mucho terreno a cubrir, no porque queramos ser como ellos, sino para poder ser realmente útiles para nuestros hermanos latinoamericanos.
Segundo, realismo. Creo que es natural en el ser humano pensar que cada uno es el centro del mundo. Así veo el mundo, desde el centro que soy yo, y todo gira alrededor mío. Y creo que es así con España. Viviendo en nuestra península al extremo oeste de Europa, olvidamos que no somos el centro del mundo. Pero ayer apenas se mencionó España. No somos tan relevantes para nuestros hermanos latinoamericanos como pensamos. Quizá nos moleste, pero crecer en humildad nunca viene mal, ¿verdad?
Por último, ánimo. Los que llevan tiempo leyendo estos blogs sabrán que últimamente estoy algo animado con la iglesia. Y lo que vi ayer solo sirvió para confirmar mi ánimo. Creo que Dios está obrando en el mundo que habla la lengua de Cervantes. Ha levantado líderes espirituales en todo el mundo hispano: líderes que aman las doctrinas de la gracia. Hay ministerios sólidos, con teología robusta, que solo existen para servir a las iglesias. Crecen las iglesias a medida que reciben enseñanza arraigada en la Palabra de Dios. Cada vez más, los creyentes demandan comer solo la carne de la sana doctrina.
Es algo que estamos viendo en España en alguna medida. Es algo que Dios está haciendo en América Latina también. Es un gozo ver la mano de Dios obrar. Le damos la gloria porque sigue obrando, sigue edificando su Iglesia. Y quedamos expectantes, anhelando que esto sea, no el final de lo que él está haciendo, sino solo el principio.
Mateo Hill
director@editorialperegrino.com