Cada día aprendo más sobre Cuba. Más sobre sus costumbres, su historia, y el mundo evangélico aquí.
Un cosa que nos han señalado, y hemos visto la prueba de ello en nuestros pocos días aquí, es el fuerte denominacionalismo. Hay muchas denominaciones, algunas de ellas muy grandes, y otras más pequeñas. Algunas denominaciones que reflejan una denominación madre en el extranjero, normalmente Los Estados Unidos, y otros grupos más autóctonos.
Algo que parecen tener en común es no tener mucha facilidad trabajar juntos. Y eso me choca. No es que sea yo ecuménico, ni mucho menos. Pero sí estoy acostumbrado a reunirme con pastores fieles de otros grupos y denominaciones para la comunión, y juntarnos como iglesias de vez en cundo para alguna cosa especial.
Por eso, fue una gozada hoy reunirnos en un templo de una de las denominaciones más grandes de la isla, y descubrir que entre los 122 asistentes había asistencia de unos 9 denominaciones diferentes. Pastores de diferentes grupos que querían simplemente estar juntos para aprender y mejorar su ministerio pastoral.
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es
Habitar los hermanos en armonía!
Es como el buen óleo sobre la cabeza,
El cual desciende sobre la barba,
La barba de Aarón,
Y baja hasta el borde de sus vestiduras;
Como el rocío de Hermón,
Que desciende sobre los montes de Sión;
Porque allí envía Jehová bendición
Y vida eterna.
Mateo