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Tierra santa es

Por 25 mayo, 20232 Comentarios

«Quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es». Así mandó el Señor a Moisés cuando se presentó ante la zarza ardiente. Salvando las distancias, el jueves de la semana pasada, me sentí un poco como Moisés, en un lugar que me imponía respeto, casi para quitarme los zapatos.

Estaba en Edimburgo, en la conferencia de Pillar Network, y el jueves por la tarde nos habían organizado una visita guiada de la ciudad. A los treinta minutos nos encontramos en Grassmarket, una plaza histórica y muy transitada. Y ahí, en un extremo, como una zarza ardiente, hay un monumento. Solo tiene como medio metro de altura y tres de anchura. Dibujada en la acera al lado, se percibe una imagen, en forma de una horca, y alrededor del monumento un grabado que dice lo siguiente (en inglés): «En este lugar muchos mártires y covenanters murieron a causa de su fe protestante».

Nos encontramos en el lugar de ejecución del Edimburgo de antaño, lugar donde perdieron la vida asesinos, ladrones y violadores, además de creyentes acusados de traición contra el reino por querer ser protestantes en vez de católicos, por querer ser fieles a su Señor y por no traicionar la Palabra de Dios.

Lo sentí como una lección de humildad, como si estuviera delante de todos aquellos hermanos míos que habían entregado su vida ahí; como si mi vida estuviera a un lado de la balanza y las suyas al otro. ¿Qué me cuesta a mí ser creyente? ¿Estaría dispuesto a entregar mi vida por defender el evangelio, la teología, por ser protestante, como mis hermanos escoceses hace 300 años, o como mis hermanos españoles hace ochenta, o como muchos hermanos alrededor del mundo ahora mismo?

No sabemos ni cuándo ni cómo vamos a morir, solo el Señor lo sabe. Creo que se acerca el día, aquí en Europa, cuando un creyente tendrá que elegir entre mantenerse vivo o mantenerse fiel al Señor. Si he entendido correctamente el evangelio, si he comprendido que mi vida ya no me pertenece, debería ser tan fácil para mí entregar mi vida como difícil fue para Cristo comprarla.

No para que nos levanten monumento ninguno, sino para escuchar las palabras de nuestro Señor: «Bien, buen siervo y fiel».

2 Comentarios

  • JOSÈ MACÌAS dice:

    AMADOS EN JESUCRISTO:

    YO TAMBIEN A VECES ME PREGUNTO,
    COMO MORIRÈ,
    LE PIDO A JAH ADONAI JESUS SALVADOR MIO Y VUESTRO,
    NOS DÈ VALOR PARA CONFESARLE, COMO NUESTRO SALVADOR,
    VENGAN LAS CIRCUSTANCIAS QUE VENGAN.
    ADORO A JESÙS MI SALVADOR, QUIEN EN LA CRUZ MURIÒ,
    PARA SALVARME Y RESUCITÒ PARA MI JUSTIFICACIÒN.

    CRISTO JESUS GRACIAS,
    ESPIRITU SANTO,
    NOS HACES SABER LAS COSAS QUE HABRÀN DE VENIR…
    DAME VALOR EN TODO TIEMPO.

  • Antonio dice:

    Buenos dias hermanos Mateo, gracias al Señor por tu reflexión, me hace pensar mucho si yo podría ser uno de ellos.
    El Señor te bendiga. Bendiciones.!!

    A. Sanchez

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