Jeremiah Burroughs (1599-1646) estudió, como muchos otros evangélicos de su época, en la facultad Emmanuel College de Cambridge. Se graduó en 1621, dejó sus estudios oficiales tres años más tarde y comenzó su ministerio pastoral. Este fue relativamente corto, de unos veinte años, y tuvo lugar primero en el este de Inglaterra, luego en Holanda, y finalmente en Londres. Tuvo que vivir en Holanda por negarse a someterse a las exigencias del obispo anglicano, y en tiempos de Oliver Cromwell volvió a Inglaterra, donde fue pastor de dos de las congregaciones más grandes de Londres: Stepney y St. Giles, Cripplegate. En Stepney, predicaba muy temprano por la mañana, y se le conocía como “la estrella de la mañana de Stepney”. Se le invitó a predicar varias veces en la Casa de los Comunes y en la Casa de los Lores del Parlamento. Uno de sus contemporáneos, Thomas Brooks, le llamó “un príncipe de los predicadores”.
Representó a los independientes en las deliberaciones de la Asamblea de Westminster, pero no le gustaban las controversias y siempre fue un hombre pacífico. De la puerta de su estudio colgaba el lema “la diferencia de creencias y la unidad de los creyentes no son incompatibles”. Burroughs buscó la paz hasta el final. Murió en 1646, dos semanas después de caerse del caballo. Su última predicación fue un intento de curar divisiones entre creyentes.
Burroughs fue un escritor muy prolífico durante su vida, y después de su muerte sus amigos continuaron publicando su obra. Sus libros consisten, principalmente, en colecciones de sus sermones.