

Los Comentarios de Martín Lutero constituyen un material de referencia obligatorio, no solo para comprender su actividad reformadora, sino también para entender el cambio operado en el método exegético y de exposición bíblica a partir de la Reforma.
Hasta entonces, el método empleado por la Iglesia romana era el de la interpretación alegórica, que supeditaba el texto bíblico al sistema eclesiástico o doctrinal establecido por el magisterio de la Iglesia. El principio hermenéutico de Lutero invierte esta relación y parte del presupuesto de que Dios se revela en la Escritura y no en la estructura eclesial, confiriendo así a la Biblia una autoridad incontestable. De mero objeto, el texto bíblico se transforma en sujeto; y la Escritura, que antes estaba sometida al sistema doctrinal, pasa ahora a socavar sus fundamentos.